Los sistemas cifrados funcionan gracias los números primos de gran tamaño (dos por encriptación). Un ordenador convencional no puede averiguarlos pero uno cuántico teóricamente tardaría muy poco.
Los sistemas cifrados funcionan gracias los números primos de gran tamaño (dos por encriptación). Un ordenador convencional no puede averiguarlos pero uno cuántico teóricamente tardaría muy poco.