El culpable de la pandemia no fue el perro, ni el murciélago, ni el pangolín: el culpable fue y es el ser humano que se alimenta de cadáveres de animales: lo mismo que en el caso de la gripe aviar, la gripe porcina, el ébola, el sida, el Sars, la enfermedad de las vacas locas, la gripe “española”, la lepra, la…